The summer...

Odio el calor, odio vivir acá en verano, odio la gente bronceada que prepara sus maletas para ir de vacaciones, los lentes de sol, las cremas con factor, las chalitas a la moda, las sandías, los quitasoles, el helado y el cine al abierto.
Odio Vercelli en verano. Primera cosa. A Mitad de julio no hay un alma en pena, todos se van buscando un lugar más fresco donde reposar las propias nalgas, lejanos del ruido de la ciudad. Así, todo se vuelve más triste y la cosa me provoca una maléfica envidia porque yo POR CONTRATO ni en julio ni agosto puedo pedir vacaciones... injusticia!
Segundo. En Vercelli gozamos de una cantidad de mosquitos que ganaríamos cualquier mundial de picaduras al mundo. Es atroz. Cuando salgo del job en bici, tengo que estar atenta de no bostezar porque DE SEGURO me como uno de ellos (con lo suertuda que soy!). En la noche, que se podría dormir con la ventana abierta pa' que entre algo de fresco, NO se puede, sinó te conviertes en víctima de zankudolandia.
Tercero ¿Humedad al 90% les dice algo? ES IMPOSIBLE RESPIRAAAAR
Cuarto. El calor hace que la naturaleza se exprima en su mejor potencia, es así como las 3/4 partes de mis clientes emane un olor a alcantarilla que te lo encargo, ni hablar de los que pasan los 70 años. Esta es la parte más dura, porque tengo que atenerme a mi labor y soportar cualquier perfumillo bueno o desagradable que sea. SGHT!
Quinto. La parte más cruel de todas... Hace calor, ene calor, así que una como que no se puede cubrir mucho. Onda pantalones no, tampoco una polera normal porque la sudoración abunda. Así que o faldita o shorts y polerita minimal... claro, a muchos (como al Denis) esta parte encanta porque las minas que gozan de buen físico esperan la temporada pa' sacar a relucir sus presas bien tiesas y sus huesos bien al aire. Yo no. Hace tiempo que usar bikini me cuesta la vergûenza de un año. Voy pa' los 30 y veo cómo estoy regia de invierno y fofa de verano, y esta es la parte primordial de por qué julio y agosto son mis meses pesadilla. No hay nada peor que darse cuenta que los años pasan ... y que no pasan en vano... VIVA EL INVIERNO!