lunes, marzo 24, 2008

Me estoy volviendo vieja.
Anoche, mientras me pegaba al espejo pa' sacarme las cejas, me di cuenta que en una parte de la cabeza tenía una mata de canas, tan blancas y brillantes que parecían teñidas de plata. Empecé a sacármelas una a una y mientras más me sacaba, más encontraba. Así me la habré pasado dos horas hasta que me vino dolor de cabeza y depresión.
Tengo el pelo tan negro que las canas se me notan al tiro, y mirándome a la cara, atentamente y a los ojos, me di cuenta que ya tengo cara de treintañera, e incluso de más, y mirándome más atentamente me empecé a imaginar de vieja, de vieja de sesenta o setenta años, y pude verme. LLena de canas y arrugas, párpados caídos, ojeras y olor a colonia. Vieja y canosa.
No es que me de miedo lo de envejecer, lo que me da miedo es envecejer sola e infeliz. Me aterra no haber sabido aprovechar mi vida y habérmela vivido a mi gusto y placer, siendo yo misma, y siendo también querida.
Debe ser un problema karmático esto de necesitar a toda costa ser querida ¿será? A veces me dan unas ganas de mandar todo a la chucha, y que se vayan todos y literalmente, cada una de las personas que me rodea, otras veces salvo a un par. Tengo la idea que me haría bien irme a vivir sola, disfrutar de mi soledad y aprenderme en ese contexto, creciendo sola, soportándome sola, viviéndome única y exclusivamente por mi misma. La gueá es que me da miedo, por una serie de factores... económicos, sociales, afectivos... pero más los dos primeros.
En realidad tengo suerte de tener pega, que me acerca a la gente, a mis colegas-amigas, que me hace viajar y despegarme un poco, y además de tener amigos que aunque no me entiendan, y seguramente están con las pelotas llenas y tengan ganas de mandarme a la CDSM, no lo hacen porque me quieren. Eso es tener suerte, y mucha.
Tengo unas ganas de aclararme, tengo ganas de re-conocerme, de buscarme y encontrarme, porque me he perdido ene, y siento que lo que se perdió de mi no era tan penca. Seré una desordenada empedernida, una hippie de corazón, poco de dueña de casa, gastadora abusiva de plata, vividora al lote, migrañosa, mata pasiones, caprichosa y uf, un montón de cosas más. Pero sabís qué? no es tan malo ser como yo. Es hora que me vaya creyendo el cuento.

2 Comments:

Blogger Daniel. Te invito a visitar http://eldeportero.wordpress.com said...

Yo tengo canas desde los 15 años, pocas, pero tengo, y hasta ahora no me sentido viejo, pese a mis 31 años. Y creo que ni aunque tenga 70 dejaré de tener el espiritu joven.
Saludos

lunes, 24 marzo, 2008  
Blogger Eduardo Leiva Herrera said...

Bueno, en distintos momentos y llevando nuestra vida con mayor o menor suerte, todos nos hacemos preguntas parecidas. Y claro, en distintos momentos, nos las respondemos de forma distinta. A los 39 te parecerá una maravilla poder tener 30 otra vez, sin dudas.


Saludos.

domingo, 30 marzo, 2008  

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