Balance 2007

Hola a tod@s. Soy un poco floja en general y harto desordenada y he dejado de postear hace ene tiempo, no sé por qué si al final adoro escribir. El blog quedó último en la escala de prioridades pero me decidí que el 2008 tengo que volver a escribir - no sólo aquí, obvio - así que empiezo por acá.


Primero. Tengo que hacer un balance del 2007. Fue un año revolcado, generoso, difícil por varios aspectos pero bueno en otros. El 2008 empezó como la mierda, pero no importa, nadie tiene nada asegurado.


A ver: Cosas buenas.


El Jose empezó el cole y le gusta, ya tiene dos pololas y otras medias aventuras con chicas de las clases superiores. Se está haciendo grande, es una cosa rara ver crecer a los críos, uno piensa que el tiempo pasa lento para ellos y no es así. Entrar al colegio les da una independencia y una seguridad que no adquieren en el jardín, y José ha sabido responder a las exigencias.


Yo, por mi parte, hice y deshice en el 2007. Cambio de trabajo, cambio de casa, manejo, más amigo/as, más vida fuera, más diversión, menos encierro - en realidad aún sigue en evolución esta fase de independencia -, más ganas, muchas más ganas de devolverme un poco de mi.


D está re cambiado conmigo, no me huevea más. La cosa me sorprende, pero me hago la tonta para que siga así y me deje vivir mi vida. Quién entiende a los hombres? siguen siendo un misterio para mí. Estoy tratando de sacar conclusiones valiosas para no volver a arrepentirme más adelante, luego les contaré.



Para el 2008 fijé algunos objetivos importantes.

1. Como ya anticipado, vuelvo a escribir. No hay nada más entusiasmante y desafiante, para los que amamos las letras, que contar por medio de la narración.

2. Vuelvo a la fotografía, que también se me había quedado detrás. Tengo que ponerme al día, comprar cámara nueva (la tecnología avanza demasiado rápido) y estudiar las nuevas técnicas, en esto pedí ayuda a Vicky, que ya es toda una professional del objetivo.

3. Ahorrar. Uy, palabra fuerte para yo. Es que necesito plata, quiero ir a Chile aunque sea por dos semanas, me hace demasiada falta mi papá (no que los demás no, pero mi viejo es mi viejo). Con mi mamá y hermanos nos comunicamos por mail, nos llamamos y estamos horas al teléfono. Con mi papá es diferente, necesitamos vernos, hacernos el desayuno y sentarnos a conversar de política y de música en la mesa del comedor, o extendidos en la cama mientras la tele ruidea desde atrás. A mi papá tengo que mirarlo a los ojos para saber cómo está, y sé que yo también le hago falta en el mismo modo.

Lo demás vendrá con el año.
Un besito a Sole y a P, Gracias!
Andrea